La discusión en torno a la revalorización docente no sólo gira alrededor de sus remuneraciones, sino también, respecto de sus incentivos y sanciones. Los aguinaldos y la bonificación por escolaridad forman parte de los incentivos que se otorga a los trabajadores de la educación, con el propósito de que afronten los mayores gastos que demandan en los meses de marzo, julio y diciembre.
Estos incrementos estacionales en el nivel de ingresos de la familia magisterial tienen un impacto positivo en el mercado, en la medida que la mayor disponibilidad de efectivo en los meses de marzo, julio y diciembre, son destinados a gastos de consumo. Al estar el sistema educativo integrado a la diversidad geográfica del país, permite que este mayor gasto influencie positivamente en la pequeña producción agropecuaria y comercial de los poblados más lejanos, y en un mayor dinamismo de los pequeños productores informales de las grandes ciudades.
Esta particularidad hace que la bonificación por escolaridad y aguinaldos por fiestas patrias y navidad que reciben los docentes, se constituyan en una forma de instrumentalizar las políticas económicas y sociales destinadas a reducir la pobreza.

En la actualidad por estos conceptos se atorga a cada docente un total de S/.700 al año, poco mas o menos $200, lo que a larga representa para el presupuesto público en educación un total de S/.204 millones.
Para que este tipo de beneficio logre su verdadero propósito tendría que variar su modalidad de aplicación, es decir, se debería otorgar como un estímulo al desempeño profesional, en la medida que las mejoras con criterio uniforme no se expresan en mayores aprendizajes de los estudiantes.
Si asumimos el supuesto que el PBI crecerá los próximos años a una tasa promedio del 5%, el propósito de lograr un GEP que represente el 6% será posible siempre y cuando el incremento del presupuesto educacional se de en un monto no menor del 0.55% del PBI, y como resultado de una mayor recaudación tributaria el gasto público deberá crecer a un ritmo del 1% del PBI. A pesar del esfuerzo, la meta se lograría recién en el año 2015.
Para el logro de este propósito es importante que se den algunas condiciones básicas que se plantean como supuestos para cada alternativa de financiamiento.
a) Una reforma tributaria integral, que a la vez que amplíe la base, considere mayor tributación a los grupos más favorecidos.
b) La promulgación por parte del congreso de la Ley Orgánica de Poder Ejecutivo en donde se cristalice una profunda reforma del Estado, para de esta forma elevar la eficiencia del esfuerzo fiscal.
c) Un nuevo tratamiento del tema de la deuda externa que nos permita reducir el servicio de la misma sobre la base de su reperfilamiento.
Antes de la aplicación de cualquier medida para mejora en los aguinaldos y bonificaciones por escolaridad establecer otorgar un aumento “flat” que eleve el concepto, para de allí en adelante adoptar criterios “meritocráticos” para la mejora en los incentivos docentes.

De ser esto así, La primera medida será establecer un criterio uniforme para otorgar el beneficio, sobre la base del ingreso mensual líquido que percibe el maestro. Es decir, recibiría por concepto de bonificación especial por escolaridad, aguinaldo por fiestas patrias y navidad un sueldo completo tal como ocurre en el sector privado y en el Congreso de la República. Por ejemplo: si tomamos en cuenta que el sueldo promedio del docente es de S/.800, significaría que al año percibiría un total de S/.2,400 por estos conceptos.
Una decisión de esta naturaleza tendría un impacto significativo sobre el presupuesto y el gasto público en educación. En primer lugar las previsiones tendrían que calcularse sobre la base de quince sueldos al año, es decir, el ingreso de doce meses más los conceptos comprometidos para tres meses adicionales. Asimismo, el gasto anual se incrementaría en aproximadamente S/.494 millones adicionales lo que demandaría un esfuerzo importante de financiamiento.
Una medida tan importante como esta deberá ser complementada con evaluaciones periódicas a los docentes, aplicadas con criterios objetivos, y con el propósito de premiar el buen desempeño. Asimismo, un sistema de capacitación continúa a través del cual en el cual los profesores tengan la oportunidad de reciclarse profesionalmente y de aprobar las mismas tengan la posibilidad de acceder a becas de estímulo.
Lo anterior implica tomar en cuenta que cualquier modificación en el nivel de ingresos del docente debe hacerse como parte de la reforma del Estado, y en el desarrollo del proceso de descentralización. Asimismo, y de manera complementaria, se deberá ir implementando de manera progresiva una nueva carrera pública magisterial.
(1)Publicado con el nombre de Pagos por Escolaridad y Aguinaldos a los Docentes en: Instituto de Pedagogía Popular. Informe Nro 17. Diciembre 2003.
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