
Aspectos generales
Todo proyecto independientemente de su finalidad necesita de una denominación que le de identidad, asimismo, la participación de las entidades involucradas y de los beneficiarios; y, el marco de referencia sobre el cual se desarrollará.
El nombre del proyecto define la naturaleza y características de la intervención. En tal sentido, la denominación del proyecto deberá ser única y deberá sugerir su intencionalidad.

Tal como mostramos en el ejemplo adjunto, además del nombre del proyecto –que puede ser sugerente – se debe definir su ubicación y localización exacta.
La unidad formuladora es la entidad privada o gubernamental, según sea el caso, que se encargará del diseño, formulación y evaluación (ex ante) del perfil de proyecto.

La responsabilidad en la elaboración del proyecto de inversión deberá estar claramente definida, - tal como vemos en el ejemplo - en términos institucionales y funcionales, en la medida que la unidad de operativa básica es la institución educativa.
La unidad ejecutora es la entidad privada o gubernamental, según sea el caso, que se encargará de la puesta en marcha del proyecto, de la operación de las actividades y de la administración y ejecución de los recursos y fondos, asimismo de evaluación (ex post) y monitoreo del proyecto.

A pesar de que la unidad operativa básica es la institución educativa, ésta no cuenta con el soporte de gestión suficiente, en esa medida tiene que recurrir a una unidad ejecutora que cuente con los sistemas administrativos que le permitan la administración más eficiente de los recursos financieros asignados a su proyecto.
Participación de las Entidades Involucradas y de los Beneficiarios
El componente de participación en el proyecto es de vital importancia en el nuevo enfoque del desarrollo en ese sentido hay que hacer precisiones respecto de las entidades involucradas y de los beneficiarios de la intervención.

El proyecto debe considerar – tal como mostramos en el ejemplo adjunto - a los beneficiarios directos e indirectos, asimismo, en el caso que existieren no beneficiarios (excluidos y/o perjudicados) se les deberá mencionar. De otro lado se debe tener en cuenta a las instituciones que se involucrarán en la intervención ya sean éstas públicas o privadas.
Marco de referencia
En esta sección se incluyen aspectos teóricos, conceptuales y la experiencia previa del proyecto con el propósito de orientar su desarrollo. En el ejemplo que mostramos a continuación se integran estos tres aspectos

En la construcción del marco de referencia se debe poner en evidencia las capacidades investigativas del grupo impulsor del proyecto. En tal sentido habrá que considerar como antecedentes las experiencias previas similares a la que se quiere emprender, asimismo, una revisión bibliográfica del marco teórico referido al objeto de la innovación. Finalmente, las definiciones básicas que se utilizarán a lo largo del ciclo del proyecto, a manera de marco conceptual.
Identificación de un proyecto
El proceso de identificación de un proyecto se inicia con el diagnóstico de la situación actual que implica ubicar a los involucrados en el mismo, asimismo, definir el problema, formular el objetivo y finalmente, elegir los proyectos alternativos.
Diagnóstico de la situación actual
El diagnóstico se propone elaborar una caracterización de los diferentes componentes que forman parte de la realidad en la cual se desarrollan los actores involucrados. Para tal efecto es necesario contar con información estadística y la literatura especializada sobre el tema de la innovación.

Por otro lado, - tal como se observa en el ejemplo - hay que tener en los antecedentes que motivaron la propuesta innovadora, las características de la situación negativa que se intenta modificar y las razones por las cuales es de interés de la comunidad resolver dicha situación. Asimismo, determinar las responsabilidades del Estado y de la sociedad civil en la solución del problema educativo que se enfrenta.

Respecto de la zona de intervención, es necesario precisar sus características y la población, asimismo, los grupos sociales afectados. Es importante, también, de manera breve y precisa, hacer un recuento de los anteriores intentos de solución.

Para completar el diagnóstico hay que contar con un inventario que nos precise los intereses de los grupos involucrados en el proyecto y la percepción de éstos respecto de los problemas educativos señalados.
Finalmente, se sugiere completar el siguiente esquema:
* Antecedentes de la situación que motiva el proyecto.
* Caracterización de la población afectada por el problema.
* Identificación del área de influencia del problema educativo.
* Gravedad de la situación que se intenta modificar.
* Análisis de peligros en la zona afectada.
* Intentos anteriores de solución
* Intereses de los grupos involucrados
Definición del problema y sus causas
Para la definición de problemas utilizaremos la herramienta llamada árbol de problemas. Este instrumento nos permitirá delimitar y analizar el problema central que aqueja a una institución con la intención de definir líneas precisas de intervención para solucionar el problema.
La estructura del “árbol de problemas” es la siguiente:
a) En la parte central del árbol o “tronco” se define la dificultad principal.
b) Por debajo (en las “raíces”) se especifican las causas y sub-causas que dan origen al problema.
c) En la parte superior del árbol (“las ramas”) se mencionan los efectos o consecuencias del problema.
Finalmente, hay que tener en cuenta que pueden existir tantas ramificaciones como sea necesario.

En el ejemplo adjunto se puede observar que se define el “tronco” del “árbol” como el problema principal relacionado éste a los aprendizajes de los estudiantes en el Área de Ciencias. A renglón seguido, se identifican las causas o “raíces” las cuales se agrupan y jerarquizan en tres (3) causas indirectas y un conjunto importante de causas indirectas.
De la misma forma, las “ramas” del “árbol” son los efectos derivados del problema central. Éstos se agrupan y jerarquizan en efectos directos, efectos indirectos y, según sea el caso un efecto final.
Es importante señalar que detrás de cada problema hay un supuesto implícito o “deber ser”, condición a partir de la cual, se define al problema como la discrepancia entre un hecho o situación real y un echo o situación ideal.
Hay que tener en cuenta, que no existe una sola forma de construir y presentar el “árbol de problemas o de causas – efectos, sin embargo se sugiere seguir el siguiente itinerario metodológico:
· Definir el problema central
· Identificar las causas del problema principal
· Seleccionar y justificar las causas relevantes.
· Agrupar y jerarquizar las causas
· Construcción del árbol de causas
· Identificar los efectos del problema principal
· Seleccionar y justificar los efectos relevantes
· Agrupar y jerarquizar los efectos
· Construcción del árbol de efectos.
· Presentar el árbol de causas-efectos
· Relacionar causas y efectos del problema principal
Objetivo del proyecto
Para la determinación de objetivos utilizaremos la herramienta llamada árbol de objetivos. El Árbol de Objetivos es la conversión en "positivo" de nuestro árbol de problemas, que se encuentra en "negativo". Esto quiere decir que el significado que se encontraba en el árbol de problemas se va a transformar en lo opuesto o contrario.
El árbol de objetivos nos permite delimitar de forma más clara y específica el área de intervención de nuestro proyecto.
La estructura es la misma del árbol de problemas. Lo que varía es el sentido, pues, el problema se convierte ahora en el objetivo general de nuestro proyecto, las causas pasan a ser los objetivos específicos o medios, y los efectos se transforman en el fin.

Tal como se observa en el gráfico - a manera de ejemplo - el “árbol de objetivos” es una derivación (en positivo) del “árbol de problemas”. En tanto esto es así, la formulación del objetivo principal se expresa como la mejora de los aprendizajes de los estudiantes en el Área de Ciencias.
Las “ramas” del “árbol” son los fines derivados del objetivo central. Éstos se agrupan y jerarquizan en fines directos, fines indirectos y, según sea el caso un fin último.
De manera análoga, se identifican los medios o “raíces” las cuales se agrupan y jerarquizan en tres (3) medios de primer nivel y eventualmente su desagregación en medios de primer nivel.
En la misma lógica, se afirma que no existe una sola forma de construir y presentar el “árbol de objetivos o de medios – fines, sin embargo se sugiere seguir el siguiente itinerario metodológico:
· Definir el objetivo central
· Determinación de los medios o herramientas para alcanzar el objetivo central, y elaboración del árbol de medios.
· Determinación de las consecuencias positivas que se generarán cuando se alcance el objetivo central, y elaboración del árbol de fines.
· Presentar el árbol de objetivos o árbol de medios-fines.
· Relacionar los medios de primer nivel y los fines directos.
· Alternativas de solución
Alternativas de solución
Para determinar las alternativas de solución, al igual de los casos anteriores (identificación de problemas y formulación de objetivos), utilizaremos el “árbol de alternativas”, este tiene su origen en los medios fundamentales a partir de los cuales se determinarán las acciones a ejecutarse.
La construcción del “árbol de alternativas innovadoras”, que va a permitir el logro del objetivo principal, se concretiza en los proyectos innovadores que evaluará y podrá en marcha la comunidad educativa.

El procedimiento consiste en caracterizar los medios en “prescindibles” e “imprescindibles”. En el primer lugar, se evalúa el medio en función a la capacidad que tiene éste de producir un cambio significativo en la situación problemática que afronta la comunidad educativa, asimismo, en la urgencia de contar con el medio y a la demanda explicitada de los actores sociales. El hecho de que un medio sea valorado de “prescindible” no lo descalifica, sino ubica a éste una escala de prioridades.
En segundo lugar, se agrupan los medios en mutuamente excluyentes (sustitutos), complementarios e independientes. En el primer lugar, los medios no son susceptibles de operar de manera simultánea, es decir, se sustituyen entre sí, en consecuencia, se debe optar por uno de ellos. Cuando los medios son complementarios se endiente que pueden ponerse en marcha de manera paralela, sin embargo se recomienda fusionarlos en uno solo. Los medios independientes como su nombre lo dice, no tienen relaciones de complementariedad ni de exclusión mutua, a pesar de esto, no necesariamente deben formar parte del proyecto.
A partir de lo anterior, se plantean las acciones a llevar a cabo. Para tal efecto hay que considerar el grado de viabilidad de las mismas, es decir, si se cuenta con actores sociales comprometidos y empoderados, si la institución ha promovido el desarrollo de las capacidades de sus cuadros técnicos competentes y, lo más importante, si se dispone de instrumentos legales favorables. Eventualmente, se pueden relacionar las acciones de la misma forma como se hizo con los medios.
Por ultimo, se agrupan las acciones de manera tal que configuren los proyectos alternativos a ser formulados y evaluados.
Como mencionamos líneas atrás, el itinerario planteado es el más recomendable, es decir, pueden existir caminos alternativos, sin perjuicio de la metodología se sugiere cumplir con los siguientes pasos:
· Clasificar los medios fundamentales como imprescindibles o no
· Relacionar los medios fundamentales
· Planteamiento de acciones
· Relacionar las acciones
· Definir y describir los proyectos alternativos a considerar.
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